Marco podría ser el hombre perfecto. Es atractivo, inteligente y muy rico. Es propietario junto con Diego, su socio inversor, de una empresa automovilística en pleno auge a la que numerosas compañías internacionales sueñan con echar mano. Y es precisamente la posibilidad de inversión de una empresa qatarí la que les empuja a llevar a cabo la presentación de su último modelo, en una fiesta donde conoce a Eva, una joven promotora de I+D interesada en formar parte de su negocio.
Pero, aunque Marco tenga el éxito a espuertas y ni su estatus ni su físico resulten indiferentes a las mujeres, un terrible trauma rodea su pasado y le obliga a acudir periódicamente a un club peculiar donde desinhibir sus más profundos deseos. Y es que puede que Marco no sea precisamente el hombre perfecto.