Año 1953. Dos hermanos viajan desde los Pirineos de Huesca hasta la isla de Fernando Poo (la actual Bioko), una antigua colonia española en Guinea Ecuatorial, donde les espera su padre, para trabajar en una plantación, Sampaka, donde se cultiva uno de los mejores cacaos del mundo. Allí Kilian (Mario Casas) se enamora de Bisila (Berta Vázquez), una nativa, un amor prohibido en aquellos tiempos en los que algunas líneas no se podían traspasar.
Medio siglo después, su sobrina Clarence (Adriana Ugarte) descubre de forma accidental una carta olvidada durante años que la empuja a viajar a Bioko desde la tranquila vida en las montañas de Huesca. Su objetivo es visitar la tierra en la que su padre Jacobo (Alain Hernández) y su tío Kilian pasaron la mayor parte de su juventud, y así intentar resolver los enigmas familiares y desvelar los secretos de lo ocurrido. En las entrañas de un territorio tan exuberante y seductor como peligroso, Clarence desentierra el secreto de una historia de amor imposible enmarcada en unas turbulentas circunstancias históricas cuyas consecuencias alcanzarán el presente.